Yo veo a Dios en acción en todos los acontecimientos que conozco por experiencia personal.
La capacidad de mis sentidos corporales para percibir la exterioridad de las cosas materiales, sus formas geométricas, sus colores, sus tamaños, sus movimientos y sus cambios, es para mí una experiencia de Dios en acción.
La capacidad de mis neuronas, de mi laboratorio cerebral para trasformar en imágenes mentales totalmente inmateriales las imágenes materiales, que dejan en las células fotosensibles de mis ojos los fotones, es otra evidencia personal de Dios en acción. También es Dios en acción la capacidad de mi corazón para empujar la sangre a través de mis arterias, venas y vasos capilares. Lo mismo digo de mi capacidad metabolizadota de los alimentos. ¿Cómo puede mi estómago trasformar en células humanas las células vegetales y animales de mis tres comidas diarias? Toda transformación biológica, mental, espiritual es, para mí, acción de Dios en Acción.
Yo identifico mi capacidad cognitiva, mi consciencia personal, mi creatividad mental con un fragmento de la infinita capacidad cognitiva y creadora de Dios.
Yo veo a Dios en acción en todos los acontecimientos que conozco a través de las diversas Ciencias humanas: Astronomía, Cosmología, Física clásica y cuántica, Biología, Antropología, Psicología evolutiva y transpersonal.
Las leyes cósmicas que rigen los fenómenos cósmicos son también Dios en acción.
Para mí, la teoría de la casualidad, del azar y de la evolución ciega es antilógica, antifilosófica, anticientífica. La verdadera ciencia cree en leyes cósmicas, en un Arquitecto cósmico, en un Supercerebro matemático que hace inteligibles sus obras, mediante el lenguaje de altas matemáticas.
Los átomos que saber organizarse en moléculas, las células que saben organizarse en tejidos celulares y órganos especializados: ojos, oídos, nariz, corazón, pulmones, riñones, hígado; el agua con capacidad para eliminar la suciedad, para saciar la sed, para apagar y extinguir los incendios, para hacer crecer las plantas. Todos estos comportamientos son para mí expresión y manifestación de Dios en acción.
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Yo veo a Dios en acción en la Fenomenología paranormal de los grandes místicos de todas las culturas y religiones: Confucio, Buda, Cristo, Francisco de Asís, Teresa, Newman.
El Dios total es manifestado y no-manifestado. El Dios inmanifestado es absoluto Misterio. El Dios manifestado en clave Antropológica, en clave impersonal, personal y transpersonal, carece de esta triple trascendencia:
a. No es el único Absoluto absolutamente Absoluto, Increado y Eterno. El politeísmo es antropomórfico.
b. No es el único Creador supremo.
c. No es el único Perfeccionador cósmico y eterno de todo lo que ha salido de su Mente infinita, con perfección finita, limitada y siempre mejorable.
El Dios antropomórfico es el Dios de la mitología universal. Tiene esposa e hijos, como las personas humanas. Se enfada y castiga despiadadamente a los que le ofenden. Tiene cualidades y defectos, como todas las personas. Se equivoca y arrepiente.
La absoluta Trascendencia divina del supremo Creador y Perfeccionador de todos los universos pasados, presentes y futuros es una Fuente inagotable de sentido y de esperanza humana.
Hay tres leyes cósmicas, tres manifestaciones del Dios creador y perfeccionador del cósmico.
A. Evolución cósmica. Desde el Big Bang, el cosmos no ha dejado de evolucionar a lo largo de unos 15.000 millones de años.
B. Poder perfeccionador de Dios; ha ido trasformando el gran caos del big Bang en el orden cósmico actual. La evolución cósmica ha trasformado la química inorgánica en química orgánica, el animal unicelular en animal pluricelular, el invertebrado en vertebrado, la vida en biodiversidad inagotable.
Expansión cósmica actual. Así lo permite ver el telescopio Hubble. La creación es un proceso evolutivo inacabado, en permanente ascensión hacia mayor perfeccionamiento. Nadie sabe los altísimos niveles de evolución cósmica futura. Dios trasforma en gozosa maternidad los dolores de parto. La resurrección trasforma en Vida Eterna la temporal.
C. Continuación evolutiva en el Más allá, en la Eternidad. Esta es la gran manifestación de Dios en Jesucristo. “En la casa de mi Padre, de vuestro Padre Dios, hay muchas moradas, muchos niveles de perfección humana, de desarrollo mental, ético y espiritual, de felicidad.”
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