I.- Alma humana: fotografiable.
El ruso Kirlian fue el inventor de una cámara electrónica que fotografía el alma. Ocurrió en 1930. El aura es una envoltura luminosa, multicolor, alrededor de nuestra cabeza y nuestro cuerpo. Detrás de esa irradiación electromagnética está nuestra alma. Nuestra esencia humana es un núcleo energético, luminosos, inteligente, indestructible, en evolución inagotable.
Nuestra alma es similar a los húcleos atómicos: protones y neutrones tienen en común tres dinamismos esenciales.
1º. Alma y núcleos atómicos: fuentes emisoras de energía sutil. Los nucleones irradian ondas electromagnéticas. Nuestra alma-consciencia emite ondas mentales: Beta, Alfa, Zeta, Delta.
2º. Alma y nucleones: Son núcleos energéticos inteligentes. Hay información codificada en las ondas electromagnéticas. Hay información y conocimiento en nuestras ondas mentales. Por ser la persona humana un producto evolutivo muy superior al nivle evolutivo de los nucleones, la información e inteligencia de nuestras ondas mentales es muy superior a la consciencia e inteligencia de los átomos.
3º. Alma y nucleones: Son indestructibles. Son núcleos energéticos y emisores de energía material e inmaterial. Las ondas electromagnéticas están hechas de energía física sin masa: fotones. Las ondas mentales son inmateriales. En 1785, Lavoisier descubrió la Ley de conservación de la energía. No se crea ni se destruye. Solo se transforma.
II.- Alma humana: núcleo energético luminoso y multicolor.
Los colores visibles en la Espectrografía y Espectroscopia con expresiones de ondas electromagnéticas, con distintas longitudes y frecuencias vibratorias. Son visibles las ondas luminosas desde el color rojo hasta el violeta. Son invisibles, por baja y alta frecuencia vibratoria, el infrarrojo y el ultravioleta.
Los distintos colores son distintas longitudes de ondas luminosas y distintas frecuencias vibratorias. A mayor nivel energético, corresponde menor longitud de de onda y mayor frecuencia vibratoria: color violeta. Los distintos colores en el alma humana significan distintos niveles evolutivos en la energía vital, mental, emociona, ética y espiritual.
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A través de los colores del aura, se puede hacer un diagnóstico de la energía predominante y nivel evolutivo de la persona. El color rojo es el más bajo en frecuencias vibratorias. Predomina en el aura de los individuos coléricos, agresivos, egoístas, poco capaces de autocontrol instintivo y emocional. El color verde predomina en las personas de mentalidad inquieta, inquisitiva, buscadora de más luz y conocimiento. El color amarillo predomina en las personas de mentalidad lógica y pragmática.
El color azul predomina en las personas bondadosas, pacientes, tolerantes, pacíficas. El color violeta predomina en los grandes místicos y metafísicos, en los grandes buscadores de lo absoluto, eterno y trascendente.
A través de los colores del aura, se puede hacer un diagnóstico precoz de una enfermedad. Cada órgano vital de nuestro cuerpo tiene una carga eléctrica y una longitud de onda determinada. Si en la fotografía Kirlian, un órgano no tiene el color adecuado, es que existe alguna anomalía energética. Cuando un órgano vital no desarrolla la energía vital que le corresponde, un médico especialista en ese órgano, debe intervenir haciando una radiografía. Los colores del aura actúan como señales precentivas; facilitan la medicina preventiva.
Hoy existe toda una simbología de los colores. Hay también personas que ven el aura: la interioridad de la mente y del corazón. Son personas intuitivas y clarividentes, personas con un sexto sentido.
III.- Alma y cuerpo: Espíritu y materia en interacción.
1º. Alma: Principio vitalizador y dinamizador del cuerpo. El alma íntegra, unifica, diversifica átomos, células, tejidos celulares, órganos corporales externos e internos especializados; ojos, oídos, nariz, corazón, pulmones, estómago, intestinos. Cuerpo con alma es siempre cuerpo vivo y unificado. Cuerpo sin alma es siempre cuerpo muerto y en descomposición.
2º. Alma: preexiste al cuerpo. Es increada. Es de la misma naturaleza espiritual y eterna que Dios. Somos imagen y semejanza de Dios por nuestra alma, no por nuestro cuerpo material.
3º. Alma: sobrevive a la muerte. Las neurociencias actuales ya no identifican la muerte del cerebro con la muerte de la conciencia. Tanto en la muerte clínica como en la muerte definitiva, hay pruebas científicas de la supervivencia de la conciencia humana.
4º. Alma: sobrevive evolucionando eternamente. La dinámica evolutiva del universo llea 14.000 millones de años funcionando. El Universo está en expansión acelerada, según ha descubierto el telescopio Huble.
Hay tres testimonios creíbles sobre la continuidad evolutiva del alma en el Más allá:
- Jesucristo: Pluralidad de moradas celestiales…
- San Pablo: en el Más allá viviremos avanzando “de gloria en gloria” (II Corintios 3, 18).
C) Pierre Monnier: En sus cartas desde el Más allá, desde la otra orilla del gran río de la vida afirma 4 continuidades humanas en el Más allá:
1º) Continuidad del alma y de la conciencia
2º) Continuidad del amor entre vivos y muertos
3º) Continuidad de la individualidad humana.
4º) Continuidad del crecimiento en nuestra semejanza y unidad con Dios.
Hay muchas moradas celestiales porque hay muchos niveles y grados de unión con Dios.
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