I.- Leyes naturales y Ciencia.
El último objetivo del método científico es conocer las leyes naturales, que rigen los fenómenos cósmicos observables. El método científico tiene una base empírica y sensorial: observación y experimentación en laboratorios. La observación puede ser directa, ocular, a ojo desnudo. Puede ser aumentada: microscopios electrónicos y múltiples telescopios. Desde el telescopio de Galileo hasta el de Hubble (1930).
Otro elemento esencial del método científico es la racionalidad y la lógica. Las verdades científicas no pueden ser irracionales y absurdas.
El verdadero investigador utiliza la imaginación y el lenguaje matemático. Tiene que imaginar varias hipótesis par explicar un fenómeno. Tiene que verificar experimentalmente te si hay correspondencia y dependencia constantes entre los hechos observados y las leyes imaginadas como posibles y científicamente productoras y causantes de los fenómenos evidenciados sensorialmente. Una vez conocida la Ley natural que está detrás de un fenómeno, haciéndolo posible y necesario constantemente y universalmente, el método científico puede predecir determinados fenómenos futuros. Concebida la ley de la gravitación universal, sabemos que todo objeto pesado lanzado al espacio terminará cayendo a tierra.
Son muy pocas las leyes naturales conocidas científicamente. Abundan las teorías e hipótesis científicas. Son verdades científicas provisionales. El geocentrismo fue una teoría científica que duró más o menos 1.200 años. Fue reemplazada en el s. XVII por el heliocentrismo: es la tierra la que gira alrededor del sol y no al revés.
II.- Leyes naturales y creatividad humana
Hay varias leyes naturales que han sido modificadas, que no funcionan según la dinámica natural. Por ley natural, todas las noches son oscuras. La creatividad humana ha inventado el alumbrado eléctrico. ¿Quién puede decir que la sustitución científica de la luz solar por la luz eléctrica sea contraria a la voluntad de Dios, al orden natural?
Por ley natural, los veranos son calurosos y los inviernos fríos; en algunos países muy fríos. La creatividad humana ha inventado las neveras y los frigoríficos, para beber agua fría en el verano. También ha inventado la calefacción para ducharse con agua caliente y pasar menos frío en los duros inviernos. Esta modificación científica de la dinámica térmica de la naturaleza, en favor de un mayor bienestar humano, ¿quién puede decir que es un pecado, un invento contrario a la voluntad de Dios?
Por ley natural, sentimos dolor y mucho sufrimiento, si nos cortan un dedo, si nos extraen una muela, si nos implantan un hígado. La creatividad humana ha creado la anestesia. ¿Es más ética, más agradable a Dios, una operación quirúrgica sin anestesia que con anestesia?
Si la dinámica de las leyes naturales puede ser alterada y modificada científicamente en favor de un mayor bienestar humano, ¿es inmodificable la dinámica natural de la sexualidad humana en la procreación humana?
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