domingo, 1 de enero de 2017

NAVIDAD: AUTOCONCIENCIA EN JESUCRISTO

I. Autoconciencia de identidad: unidad con Dios.
1.- «Yo y el Padre somos uno» (Lc 5, 18; 10, 30-37; 12, 55; 14, 9)
2.- Consciencia de enviado de Dios (Jn 5,18; 10, 30; 8, 16; 29, 42)
3.- Consciencia de Buen Pastor (Jn 10).
4.- Consciencia de identidad doctrinal con Dios: «Mi doctrina no es mía. Es de mi Padre» (Jn 7, 16)
5.- Consciencia de identidad con Dios misericordioso: Parábola del buen samaritano y del Buen Pastor. El Dios misericordioso de Jesucristo prefiere la misericordia humana al culto divino.




II. Autoconciencia de misión en Jesucristo.
  1. Portador de luz y verdad. «Soy la luz». Viene para dar testimonio de la verdad» (Jn 8; 12, 46; 18,37).
  2. Portador de vida superior y eterna. «Yo soy agua y pan de vida» Soy resurrección y vida eterna» (Jn 4 y 6)
  3. «Yo soy el camino que lleva a Dios» (Jn 14, 6). Camino seguro de salvación, amor y misericordia (Mt 25)
  4. Dignifico y divinizó la naturaleza humana».
  1. Vid y sarmientos (Jn 15)
  2. Identidad de naturaleza vegetal entre ramas y tronco.
  3. Identidad de naturaleza entre filiación divina de Jesucristo y filiación divina nuestra. Somos hijos de Dios. Lo llamamos «Padre nuestro…»
III. Autoconciencia mía ¿Quién soy yo?
Soy esencialmente consciencia espiritual e inmortal en evolución eterna.
Soy esencialmente un hijo de Dios. Dios y yo somos uno. Soy su imagen. Soy un fragmento divino.
  Jesucristo y yo somos uno: «Voy a mi Padre y vuestro Padre. To estoy en el Padre y el Padre está en mí… Si creéis en mí, haréis los mismos prodigios que yo, incluso mayores (Jn 14).»
Consciencia, alma y espíritu en evolución: núcleo esencial de  toda identidad humana. Vivir creciendo en mayor semejanza e identificación con Jesucristo y el Dios de Jesucristo: es el sentido de nuestra vida y nuestra muerte. El tiempo y la eternidad existen en función de esa mayor identificación.
«Sed perfectos como vuestro Padre celestial».

Seguir leyendo